Inflación y deflación

La inflación y la deflación son las subidas y bajadas de los precios que los consumidores pagan a través de los intercambios de dinero y bienes o servicios.

La Inflación

La inflación es una subida generalizada y continua de los precios que pagan los consumidores. Hay distintos tipos de inflación:

  • Inflación por demanda: se rige por la ley de la oferta y la demanda, si la demanda de un bien o servicio supera a la oferta el precio aumentará.
  • Inflación por costes: se produce debido a la subida de los precios de las materias primas, al ser estas más caras encarecen los procesos productivos produciendo un aumento de los precios de los bienes intermedios y finales.
  • Inflación progresiva: se produce cuando se prevé un aumento futuro de los precios, por lo tanto, gradualmente, se van aumentando los precios poco a poco, de forma que el consumidor se puede adaptar lentamente.
  • Inflación preventiva: se produce por el miedo de que la propia inflación afecte a nuestro patrimonio de forma exageradamente negativa, produciendo la subida de sueldos de acuerdo con la tasa inflacionaria anual. Esto es un circulo vicioso.

Hay tres categorías de inflación dependiendo de su magnitud: moderada, galopante e hiperinflación.

  • Inflación moderada: es una subida estable de los precios, es la más común, suele ser un aumento del 5% anual.
  • Inflación galopante: es una subida de dos dígitos (a partir del 10%) anuales de los precios.
  • Hiperinflación: es una subida mensual del 50% en adelante de los precios.

La deflación

La deflación es lo contario a la inflación, es una bajada generalizada y prolongada de los precios, se puede producir por:

  • Falta de demanda: esto ocurre cuando la gente no quiere comprar los productos ofrecidos, de forma que, rigiéndose por la ley de la oferta y la demanda, los precios bajan.
  • Exceso de oferta: esto se produce cuando la oferta supera a la demanda, o sea, hay más bienes o productos de los que se quieren consumir.