Seguro que hemos escuchado miles y miles de veces de cómo personas cercanas a nosotros piden préstamos o créditos para comprar algo o alquilarlo. Pero, ¿qué son?, ¿en qué se diferencian?, ¿para cuando me interesa uno u otro? Primero los veremos por separado y luego veremos en qué se diferencian.
¿Qué son los préstamos?
Un préstamo es una cantidad específica de dinero que se nos presta con la condición de devolverlo en un plazo determinado y con un interés previamente acordado. Los préstamos pueden ser otorgados por bancos, cooperativas de crédito, prestamistas privados, entre otros.
María necesita $500 para pagar una factura urgente. Acude al banco y solicita un préstamo a corto plazo por esa cantidad. El prestamista acepta y le presta el dinero a una tasa de interés del 15% por un plazo de 30 días, un mes.
María debe devolver $575 al prestamista al final del plazo, lo que incluye el capital prestado y los intereses. Una vez que María haya pagado el préstamo, habrá cumplido con sus obligaciones y no tendrá deudas pendientes con el prestamista.
¿Qué son los créditos?
Por otro lado, un crédito es una línea de crédito que establecemos con el prestamista, en la que podremos retirar dinero hasta un límite acordado.
Supongamos que una persona necesita tener una línea de crédito disponible para cubrir imprevistos en el futuro. La persona va al banco y solicita un crédito de $5,000. El banco establece una línea de crédito de $5,000 para la persona, en la que podrá retirar dinero hasta el límite acordado.
Digamos que la persona retira $2,000 para cubrir un gasto imprevisto. A partir de ese momento, la persona deberá hacer pagos mensuales a la entidad financiera para reembolsar los $2,000 retirados, más los intereses acumulados. El banco establece una tasa de interés del 10% anual sobre el dinero retirado.
Entonces, la persona deberá pagar una cantidad fija cada mes, digamos $200, hasta que pague completamente los $2,000 más los intereses acumulados. Una vez que la persona haya pagado todo el dinero retirado, la línea de crédito vuelve a estar disponible y la persona puede retirar dinero nuevamente hasta el límite acordado.
¿En qué se diferencian?
La principal diferencia entre un préstamo y un crédito es que en un préstamo, recibimos una cantidad fija de dinero que se debe pagar con intereses durante un período específico. En cambio, en un crédito, tenemos acceso a una línea de crédito que podemos utilizar según sea necesario y solo paga intereses sobre el dinero utilizado. Otras diferencias son:
- Los préstamos tienen un plazo fijo para pagar, mientras que los créditos suelen tener una duración más flexible y pueden renovarse a medida que se utilizan.
- Los préstamos suelen requerir alguna forma de garantía (algo que sirva de respaldo) para asegurar el pago, como una hipoteca o un aval. Por otro lado, los créditos pueden ser garantizados o no, dependiendo del tipo de crédito.
- Los préstamos suelen tener una finalidad específica, como comprar una casa o un coche, mientras que los créditos pueden ser utilizados para cualquier propósito.
- Los créditos suelen ser más flexibles que los préstamos, ya que nos permiten tomar prestado dinero en cualquier momento y en la cantidad que necesitemos, sin embargo, los préstamos tienen una cantidad fija y un plazo de pago determinado.
En resumen, los préstamos son más adecuados para situaciones en las que se necesita una cantidad fija de dinero de una sola vez, mientras que los créditos son más adecuados para situaciones en las que no sabemos la cantidad que necesitamos y a lo mejor necesitamos acceso a fondos a lo largo del tiempo.
